lunes, 3 de julio de 2017

Sobre la amistad (fin de curso 2017).

Mis pequeños platones, llevo aplazando este momento un par de semanas. Pero ya he dejado de oír el bullicio de vuestras idas y venidas por los pasillos. Poco a poco el instituto va recobrando esa calma inusual, casi olvidada, propia de los meses de estío. Los libros de texto se amontonan indiferentes en las aulas y todos los profes deambulamos por los pasillos con urgencia, ultimando los informes y las memorias que el sistema nos exige. El fin de curso es ya un hecho. Por eso es buen momento para hacer memoria.

Tranquilos, no voy a resumiros el temario en esta entrada, ni os voy a pedir que me mandéis ningún email con información evaluable. Dejadme sólo que piense en cuánto habéis madurado a lo largo de estos meses. Comenzamos el curso con la tarea de descubrir qué era eso de la Filosofía, y hemos terminado hablando sobre la persona, sobre aquello que nos define en última instancia.
Hemos resuelto cientos de ejercicios de lógica (¿os acordáis aquel día a la hora del recreo en el aula 28?); hemos reflexionado sobre la diferencia entre tener y ser un cuerpo y hemos encontrado con Scheler que el ser humano es algo especial no sólo por su racionalidad práctica. Hemos descubierto que las teorías científicas que se imponen en una época no siempre siguen unos parámetros de verdad, como en el caso de las teorías sobre la naturaleza de la luz de Newton y Maxwell. Y con la figura de Galileo hemos comprobado que cuando un científico hace público un descubrimiento, no sólo se enfrenta a la sociedad, sino también -y más importante- a sí mismo. Hemos reconstruido la historia de las cosmovisiones con vuestras maquetas: de los presocráticos a la física cuántica y el gato de Shrödinger: ¿se puede estar muerto y vivo al mismo tiempo?

 
Sorprendidos, nos hemos dado cuenta de que existen realidades que no son exactamente materia, y que aún así existen, como el campo de Higgs, que parece permeabilizar todo lo que nos rodea. Nos hemos dormido con Descartes en su mesa camilla y hemos despertado pensando que sólo éramos un yo pensante (cogito ergo sum). Menos mal que Kant vino después para demostrarnos que el conocimiento humano es mucho más complejo de lo que pensamos, y que las categorías nos ayudaban a conocer el mundo fenoménico. Después de haber conocido a Platón y Aristóteles, sabemos que dos personas pueden ser muy amigas y, sin embargo, sostener teorías sobre la vida muy diferentes. La amistad, queridos compañeros, se fundamenta, siempre, en el respeto. Pero de este tema sabía mucho Epicuro, con el que nos hemos dado algún que otro paseo por El Jardín. Los amigos no nos pertenecen. A lo sumo, disfrutamos de su compañía mientras seguimos el mismo camino. Y como toda aventura necesita un toque de magia, hemos soñado con Nietzsche que podíamos llegar a convertirnos en superhumanos. No está mal para un curso.

Yo he disfrutado inmensamente vuestra compañía. Más allá de las competencias y los estándares a lo que nos obliga la norma, mi objetivo era mucho más básico: se trataba de zarandear, con cariño y respeto, vuestras concepciones sobre la vida, no para que pensarais como yo, sino para daros herramientas para que pensarais por vosotros mismos. Quería que os dierais cuenta que vuestra responsabilidad para con el mundo no es ficticia por el hecho de ser jóvenes. Ahora más que nunca, que vais a estar en 2º de Bachillerato, sois un ejemplo para muchos alumnos dentro y fuera del instituto. Recordad que la libertad tiene un precio: la responsabilidad. Recordad también que cambiar de opinión significa crecer y madurar, como los demuestran algunos de vuestros últimos trabajos sobre la Filosofía (Javier, Sabina,  AlbaAna).

 
Gracias por este curso. Gracias por vuestras muestras de afecto en las últimas semanas, por la alineación planetaria, por las cartas y las nubes (mis chuches preferidas), las tazas que harán mi café de las seis de la mañana más llevadero. Ha sido un placer caminar a vuestro lado. No se me ocurre mejor manera de acabar esta entrada que con un poema, Amistad a lo largo, de Jaime Gil de Biedna. Durante meses, nos hemos contado nuestras vidas. Espero que sigamos juntos.

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban las noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.

Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
--esas que ya no dicen cosas--,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.

Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos a los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.


2 comentarios:

  1. Gracias profe, por tu entrada, por el curso, por ti, por todo. Ya sabes que no soy capaz todavía (creo que nunca voy a serlo) de decirte qué hay (o no hay) por encima de nosotros que dirija nuestros pasos. El caso es que si hay algo le doy las gracias por habernos cruzado en el camino, por habernos hecho compartir momentos tan especiales como los que hemos vivido en este 1° de Bachillerato.

    Ojalá algún día los docentes disfrutéis del valor que debemos daros. Mientras tanto seguid disfrutando de la enseñanza, del proceso que nos transforma y que nos convierte en las personas que seremos en el futuro. Tenéis un trabajo muy importante. Tenéis en vuestras manos las herramientas necesarias para convertirnos en personas críticas e independientes, en personas capaces de pensar por ellos mismos y de luchar por aquello que consideren justo.

    "Es mi trabajo", repetís siempre. Pero nadie os paga por ser psicólogos, amigos, consejeros, padres, compañeros... Nadie os paga por abrazarnos cuando algo va mal y por intentar orientarnos para que seamos capaces de afrontar nuestros problemas. Nadie os paga por lo que hacéis el 90% de vuestro tiempo como docentes.

    "Es mi trabajo", imagino que dirás. Pero gracias por haberlo hecho tan bien. Te esperamos el año que viene, suerte con tu verano, con tu vida, y por supuesto con tu nuevo destino... good memories never disappear❤

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  2. Hola chari,sin palabras me as dejado, quiero decirte que eres increíble y no sólo como maestra si no también como persona,nunca se me van a olvidar las horas que pasábamos en clase debatiendo porque contigo la hora se me pasaba volando, no solo nos as enseñado filosofía nos as ayudado a madurar chari por lo menos ami♡, esta es la primera carta que escribo porque aunque no lo parezca no soy mucho de mostrar mis sentimientos, pero por ti chari escribo lo que sea, y que conste que no es una carta de despedida porque tengo la esperanza de que te quedes(voy a poner una velita nunca se sabe alomejor ayuda😙),te as ganado el corazón de muchas personas el mío incluido eres única e inigualable espero que nuestros caminos no se separen y nos volvamos a encontrar. Espero que te allá gustado♡,te deseo un feliz verano muchismos besos y abrazos!!!

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