jueves, 24 de diciembre de 2015

La sabiduría total al alcance de la mano (comentario de texto tema 4).

La sabiduría total al alcance de la mano.

Muchos hablan del fin de la ciencia, fallecida de su propio éxito al cumplir del todo su objetivo de hacernos como dioses, conocedores del bien y del mal. Frente al humilde «yo no sé» de Szymborska, el arrogante «lo sabré todo» de Adán al comer la otra manzana. Newton dedicó muchos años a pensar por qué caen los cuerpos, reconociendo luego que solo llegó a saber cómo lo hacen. Pero hoy la ciencia se atreve a invadir las zonas más lejanas y recónditas de la penumbra del mundo, intentando saber, no solo por qué caen las cosas, sino incluso por qué existen. Hasta hay quien cree poder contestar a la súper pregunta de Leibniz, la que nadie se había atrevido a responder: ¿por qué existe algo y no más bien la nada?
Foto: manzanasfamosas.blogspot.com
Al recibir su premio Nobel de Literatura, Wislawa Szymborska hablaba hace pocos días en Estocolmo de la actitud humilde que deben tener los creadores, resumida en «tres pequeñas palabras: yo no sé». Como ejemplo, decía que si Newton no hubiera tomado esa actitud, no habría comprendido el significado de la caída de la manzana; probablemente no habría hecho otra cosa que comérsela. El gran físico Richard Feynman estaría de acuerdo; según él, una de las bases de la cultura occidental es «el espíritu científico de aventura en lo desconocido, la convicción de que siempre hay algo incierto, es decir, la humildad del intelecto». Y, sin embargo, los enormes éxitos de las ciencias están llevando a muchos a creer que estamos ya muy cerca de comprender con totalidad radical las leyes de la materia, del conocimiento completo y absoluto del mundo. Así lo afirma el gran físico norteamericano Steven Weinberg en su libro Sueños de una teoría final.

Muchos hablan del fin de la ciencia, fallecida de su propio éxito al cumplir del todo su objetivo de hacernos como dioses, conocedores del bien y del mal. Frente al humilde «yo no sé» de Szymborska, el arrogante «lo sabré todo» de Adán al comer la otra manzana. Newton dedicó muchos años a pensar por qué caen los cuerpos, reconociendo luego que solo llegó a saber cómo lo hacen. Pero hoy la ciencia se atreve a invadir las zonas más lejanas y recónditas de la penumbra del mundo, intentando saber, no solo por qué caen las cosas, sino incluso por qué existen. Hasta hay quien cree poder contestar a la súper pregunta de Leibniz, la que nadie se había atrevido a responder: ¿por qué existe algo y no más bien la nada?

A. Fernández Rañada, «La sabiduría total al alcance de la mano», en ABC, 22 de diciembre de 1996.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Tema 3: lógica proposicional.


En el siguiente enlace podréis encontrar los apuntes de lógica, así como algunos ejercicios para que practiquéis. 

Además, en el siguiente ENLACE hay numerosos ejercicios para practicar lo estudiado en clase.

viernes, 2 de octubre de 2015

Hechos científicos y leyes (comentario de texto tema 2).

Carnap: hechos científicos y leyes
Los científicos a menudo se refieren a enunciados universales —o, más bien, a lo que expresan tales enunciados— como a «hechos». Olvidan que la palabra «hecho» se aplicaba originalmente a sucesos singulares (y es este exclusivamente el sentido en el cual la aplicaremos). Si se interroga a un científico acerca de la ley de la dilatación térmica, quizás responda: «¡Ah!, la dilatación térmica. Es uno de los hechos conocidos y básicos de la física». Análogamente, hablamos del hecho de que una corriente eléctrica genera calor, del hecho de que la electricidad produce magnetismo, etc. A veces, se los considera «hechos» familiares de la física.
R. Carnap, Fundamentación lógica de la física. Buenos Aires: Sudamericana, 1969, págs. 15-7.

jueves, 1 de octubre de 2015

Tema 2. El saber científico.

¿Sabes en qué consiste la ciencia y en qué se diferencia de otras disciplinas? ¿Piensas que los científicos producen un saber objetivo? ¿Tiene límites la ciencia? A estas preguntas y otras que nos surgirán intentaremos responder en el TEMA 2.

Habermas, en su libro Ciencia y técnica como "ideología" (pg 114), nos habla así sobre las diferencias entre el mundo simbólico de la literatura y la ciencia:  "El mundo al que se refiere la literatura, es el mundo en el que los hombres son engendrados, en el que viven y en el que, al fin, mueren; el mundo en el que aman y odian, en el que triunfan o se les humilla, en el que se desesperan o dan vuelo a sus esperanzas; el mundo de las penas y de las alegrías, de la locura y del sentido común, de la estupidez, la hipocresía y la sabiduría; el mundo de toda suerte de presión social y de pulsión individual, de la discordia entre la pasión y la razón, del instinto y las convenciones, del lenguaje común y de los sentimientos y sensaciones para los que no tenemos palabras. La ciencia, por el contrario, no se ocupa de los contenidos del mundo de la vida de los grupos sociales y de los sujetos socializados construido en términos perspectivistas, centrado en el yo y preinterpretado en las categorías del lenguaje ordinario: el químico, el físico, el fisiólogo son habitantes de un mundo radicalmente diverso -no del mundo de los fenémenos dados, sino de un mundo de estructuras averiguadas y extremadamente sutiles; no del mundo experiencial de los fenómenos únicos y de las propiedades múltiples, sino del mundo de las regularidades cuantificadas".