domingo, 16 de abril de 2017

Cómo hacer una disertación filosófica.

Una disertación filosófica es un texto con carácter personal, en el que expones unos argumentos en torno a una cuestión planteada. En este caso, se te pide que redactes una disertación sobre la prostitución. Hemos visto en clase la película Evelyn (2012) y también hemos visto el debate que tiene lugar entre la directora, Isabel de Ocampo, Beatriz Gimeno y Ana de Miguel. ¿Qué piensas sobre la prostitución? ¿Ha cambiado en algo tu idea con respecto a lo que pensabas antes de ver la película?
Siguiendo los pasos que te propongo, redacta una disertación:
Paso 1: Reflexión. Aunque te parezca que no tiene importancia, lo primero es asegurarse de que entiendes la problemática. Puedes anotar en un papel las ideas que se te vayan ocurriendo al respecto.

Paso 2: ordenación. Selecciona las ideas que vas a utilizar en la disertación y haz un guión que de una estructura coherente al escrito.

Paso 3: enfoque. De entre todas las ideas anteriores, selecciona la más importante porque ésta será el argumento principal (idea central). A partir de ella, surgirán las ideas secundarias. 

Paso 4: redacción. Como en la mayoría de los escritos (también en los comentarios de texto), se deben distinguir tres partes:
  1. Introducción: avanzamos la idea central, pero no entramos de lleno en el tema
  2. Desarrollo de la argumentación: es la parte más importante, y se trata de aportar razones que defiendan tu opinión personal. Date cuenta de que no sólo se te pide que des tu opinión, sino de que la justifiques aportando razones. Para hacer esto puedes utilizar alguna de estas herramientas cognitivas, que propone Félix García Moriyón:
      1. Poner ejemplos;
      2. Aportar información relevante para el tema;
      3. Recurrir a alguna autoridad en el tema;
      4. Recurrir a otras afirmaciones que puedan ser más evidentes y que apoyen nuestra tesis;
      5. Analizar las posibles consecuencias que se siguen de nuestras ideas y mostrar que dichas consecuencias son correctas;
      6. Sacar a la luz los errores en que se puede incurrir si se niega nuestra tesis. Esto implica también hacer ver que las opiniones que no coinciden con la nuestra no están bien fundadas.
      7.   Procurar ser convincentes en nuestro razonamiento, es decir, utilizar razones que sean plausibles para los lectores.
  3. Conclusión: retomamos la tesis principal y hacemos un breve resumen sobre cómo se ha confirmado a través de nuestros argumentos.

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