sábado, 10 de septiembre de 2016

Mis pequeños platones.


Pequeños platones,
Dentro de unos días comienza un nuevo curso. Pero antes de que os incorporarais a las clases y os dejaseis llevar por la inercia del tiempo académico, me gustaría dedicaros unas palabras. Al fin y al cabo, y hasta que no tengáis un nuevo tutor, seguís siendo un poquito míos, ¿no?
En primer lugar, daros formalmente las gracias por todo cuanto me habéis enseñado, no sólo sobre rap y música en general, sino también sobre las bases mismas del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es muy probable que los primeros días os busque de manera inconsciente por los pasillos de otro centro y piense que os voy a encontrar sentados en otro aula: mi secretario esperando para encender el proyector, mis niñas, mis niños, e incluso esa última fila… Sí, os voy a echar muchísimo de menos.
También quería desearos lo mejor para los próximos meses. Me consta que empezáis un curso crucial en muchos sentidos. Si vuestras agendas llenas de eventos festivos (y la feria a la vuelta de la esquina) os lo permiten, dedicad unos minutos estos días a pensar sobre cuáles van a ser vuestros objetivos, a corto y a largo plazo. Pero dejad también espacio para aceptar que algunas cosas surgen de manera inesperada. A menudo os decía en clase que las vivencias más importantes de la vida no suelen planificarse. Si en algún momento estáis confusos en relación a los estudios, pensad que todo se puede enmendar excepto la falta de trabajo y esfuerzo personal. Y, como guía, recordad las palabras de Aristóteles: "Allí donde se cruzan tus talentos y las necesidades del mundo, está tu vocación”.
Habéis sido unos alumnos brillantes, pero sobre todo, unas personas excelentes. Esta, y no otra, es la excelencia que cualquier sistema educativo debería buscar.
¡Hasta pronto!


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