En la clase de 1º de Bachillerato B del Huerta del Rosario, el ambiente estaba tenso. Alguien había copiado el último examen de Historia, y el profesor había dado un ultimátum: si nadie confesaba o señalaba al culpable, todo el grupo repetiría el examen.
Durante el recreo, el grupo habitual se reunió en un rincón del patio: Julia, Hugo, Samuel, Juan Pedro, Jaime, Teresa y Natalia.
—Yo digo que lo digamos ya —exclamó Julia, que no podía guardar un secreto ni cinco minutos—. ¡Sabemos que ha sido Marcos! Siempre está copiando, y el otro día vi que le pasó algo a Jaime.
Jaime se puso rojo y miró a su amigo Hugo, el delegado.
—Eso no es cierto —protestó Jaime—. Y si lo dice Julia, cuidado… que ella misma ha copiado más veces de las que podemos contar.
Juan Pedro, con voz teatral y dramática, intervino:
—Yo no sé quién fue, pero si empezamos a acusar a la gente, pronto viviremos en una especie de dictadura delatoril. ¡Al final vais a querer cámaras en las aulas y micrófonos en los bolígrafos!
Hugo, que trataba de mantener el control como delegado, habló con seriedad:
—Mira, si no colaboramos, el profesor se va a enfadar mucho. Y ya sabéis lo que pasó la última vez que se enfadó… nos quitó el viaje de fin de curso. ¿Queréis que eso vuelva a pasar?
Samuel, que no solía hablar mucho, levantó la vista de su cuaderno:
—Además, yo me di cuenta de que esa vez que Marcos copió, sacó un 8. Así que copiar probablemente ayuda.
Teresa, que escuchaba atentamente, cruzó los brazos y dijo:
—Sinceramente, en este instituto siempre se ha mirado hacia otro lado con estas cosas. Mis hermanas también copiaban y nunca pasó nada. No veo por qué deberíamos hacer algo ahora.
Natalia, abrazando a Juan Pedro por el brazo, murmuró:
—Yo solo sé que si alguno delata a alguien, yo no le vuelvo a hablar. Lo justo es que el grupo se mantenga unido. ¿O preferís ganar enemigos?
Un silencio incómodo recorrió el grupo.
Finalmente, Hugo respiró hondo y dijo:
—Tenemos un problema serio… pero lo primero será aprender a razonar sin trampas. Luego, quizás, sabremos qué hacer con justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario.
Saludos!